domingo, 22 de diciembre de 2019

LA CAUSA SALVADORA

LA CAUSA SALVADORA


Romanos 1:5
Salvador Cortés Pedraza

      Y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe  en todas las naciones por amor de su nombre.

      Tanto en el mundo religioso como en el laico, la obediencia es uno de los requisitos más apreciado. Decía un famoso pensador que la fuerza de todas las criaturas y de todas las cosas consiste en su obediencia y no en su libertad. También es cierto que el hábito de someterse constituye la primera condición para el orden humano. Jesús declaró que el que se salvará será el que obedeciese a su Padre.  
      Podíamos decir que Dios nos salva dos veces, la primera para enseñarnos a obedecer y la segunda por haber obedecido. Lo que Dios busca en nosotros es a su familia; el Señor quiere que seamos su familia; que seamos personas que libremente hemos elegido vivir junto a Él, y con los demás un  mundo perfecto por toda la eternidad. Dios quiere una humanidad que viva unida en amor, gozo, paz, adoración, alabanza y servicio perfectos, como familia de Dios. Deberíamos valorar este deseo de Dios. Deberíamos ser agradecidos y vivir sobria, justa y piadosamente delante de Él. ¡Qué lejos está la humanidad de pensar así! Aún así, debemos trabajar en este empeño; si Dios lo pide es porque es posible.
Muchos farsantes confundieron la virtud de la obediencia.
Creyeron que era lo mismo obedecer forzado que voluntariamente. Pero la obediencia forzada para Dios no tiene valor alguno.
A la obediencia forzada se le niega el derecho a elegir y lo que revela es…
·      Temor a la rebelión;  es el temor la causa de tu obediencia.
·      Egocentrismo y mezquindad. Le razón empuja a la obediencia, de manera que se obedece lo razonable o la verdad.
·      Falta de control. El control razonado y entendido es más fácil de obedecer.
·      El que fuerza a obedecer demuestra una pobre estimación, algo imposible en el caso de nuestro Dios.
·      Un propósito débil, que se sostiene por si mismo.
·      También revela una falta de piedad extraordinaria.
             La libre obediencia revela que tiene derecho a elegir y puede optar por obedecer o no obedecer. Así que la libre obediencia revela…
·      Amor y confianza.
·      Sentido de fraternidad.
·      Interés y preocupación.
·      Fuerza de voluntad y de propósito.
·      Sentido de piedad.
·      Conocimiento de sí y confianza en sí mismo.

               Las Escrituras dicen lo siguiente acerca de la obediencia.
 La obediencia demuestra varias cosas:
1.   Demuestra que una persona es sabia. “Cualquiera, pues, que oye estas palabras y  las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Mateo7:24.
2.   La obediencia demuestra amor. “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Juan 14:21.
3.   La obediencia demuestra que Dios es digno. “Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Hechos 5:29.
4.   La obediencia demuestra que Cristo es de Dios. “El que quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”. Juan 7:17.

5.   La obediencia nos asegura varias cosas. Nos asegura una vida de prosperidad y éxito. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josue 1:8.
6.   La obediencia asegura la entrada en el reino de Dios. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mt. 7:21; Lucas 8: 21.
7.   La obediencia asegura la misericordia de Dios. “Y hago misericordia a millares, a los que me aman  y guardan mis mandamientos”. Éxodo 20:6.
8.   La obediencia asegura que una persona es miembro de la familia de Dios. “Porque todo aquél que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y mi madre”. Mt. ¡2:50; Mr. 3:35.
9.   La obediencia asegura la bienaventuranza. “Y él dijo: Antes bienaventurado los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”. Lc.11:28; Dt. 11:27.
10.  La obediencia da seguridad de que conocemos la verdad. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”. Juan 7:17.
11.  La obediencia asegura la presencia del Padre y de Cristo. morada en él” “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él”. Juan 14:23.
12.  La obediencia asegura la libertad del poder del enemigo. “Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren”. Éxodo 23:22.
13.  La obediencia asegura que Dios será nuestro Dios, y que todas las cosas ayudarán a bien. “Mas esto les mandé diciendo: “Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien”. Jer. 7:23.  
14.  La obediencia nos asegura la amistad de Cristo. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; pero os he llamado amigo”. Juan 125:14—15.  


            No seamos contenciosos, amados hermanos, y obedezcamos al Señor. Que Él nos bendiga a todos. Amén.


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