miércoles, 25 de diciembre de 2019

EL HECHO ES MAYOR TESTIMONIO QUE LA PALABRA


Salvador Cortés Pedraza


        ¿CUÁNTAS VECES HEMOS DE ARREPENTIRNOS DE LO QUE DECIMOS O HACEMOS? 

       Todos ofendemos muchas veces, tanto a Dios, como a nuestro prójimo. Pero nosotros, somos tan inconscientes, que no somos capaces de discernir que, cuando ofendemos, también nos ofendemos a nosotros mismos. Pareciera que no tuviésemos cerebro, porque nos empecinamos en hacernos daño constantemente. Sabemos que es el amor el principio de todo lo benigno, pero nos negamos a amar sin calcular  la magnitud de esta palabra y medimos el amor acondicionándolo a nuestro pobre entendimiento. Así, cada cual, ama de diferente manera, a diferentes cosas y con diferente sentido. Cada cual se justifica en la forma en que ama. El amor es como el átomo; es imposible de dividir. Esto es solo una falsedad producida por nuestra mente que, afectada por la maldad y perfectamente subyugada por lo material, nos abre un gran abanico de posibilidades para nuestra justificación. Pero el amor no admite justificación alguna, o se ama o no se ama. ¿Por qué amamos a nuestra esposa y no a nuestra vecina? Alguien dirá, a nuestra vecina podemos amarla, pero no podemos declararlo? Entonces estamos ocultando el amor. ¿Se debe ocultar el amor? No, es mi respuesta. El amor de Dios es imposible ocultarlo. Lea algunas de las definiciones que da la Santa Palabra de Dios:

LA PREEMINENCIA DEL AMOR

          1 Si yo hablase lenguas humanas y “ANGÉLICAS”, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
          Notas. Las lenguas humanas son cada una de las lenguas con la que los seres humanos se expresan. Las lenguas angélicas son las que hablan los ángeles. Esto quiere decir que los que dicen hablar lenguas angélicas, mienten por que se hacen pasar por seres celestiales, siendo pecadores, a menos que sean diablos, que también hablan lenguas angélicas. Esta nota, he creído oportuno ponerla porque muchos son los que dicen hablar este tipo de lenguas angélicas, pero ninguno las lenguas humanas, y la razón es que estás si se pueden comprobar su veracidad.  Fueron lenguas humanas las que se hablaron en Pentecostés y que todo el mundo las entendía. Y el asunto de los intérpretes, era por causa de que, resulta una falta de ética o educación, decir algo que los demás no entienden. Pero Dios tiene poder para hacer que el ángel le hable a los humanos y sea entendido, como entendió María, la madre de Jesús, y otros. Yo a uno que decía hablar lenguas le propuse venir a hablar a un chino que dijo vendría a visitarnos y se negó a servirnos de interprete, alegando que el hablaba lenguas angélicas. Le pregunté: ¿Para qué? y no supo contestarme, sino que lo que hizo fue marcharse de la congregación. ¡Cuanta falta de amor tienen estos habladores de lenguas! Ahora les veo por las calles y cuando me ven se deshacen en muestras de amor hacia nosotros, pero no volvieron, prefirieron seguir “hablando lenguas”.

          2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

          La aparición de nuevos profetas, milagreros, y apóstoles va en aumento en los últimos tiemposFarsantes que para alimentar sus vientres hacen lo que no es lícito. ¿Para qué necesitamos más apóstoles, ni más profetas, ni más milagreros, si ni siquiera podemos entender el milagro de Jesús y su profecía. Jesús lo dio todo por concluido con respecto a la Obra de Salvación, que es a lo que vino. “Todo es concluido”. Nosotros no tenemos que añadir más que amor a su obra y esto es sobre el fundamento de su Palabra y sus Hechos.

3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

Todos esos que muestran sus sacrificios, sus generosidades y que proclaman lo que hacen para captar a los demás, no tienen amor. Porque no obedecen a Dios que es el primer amor que debemos practicar, para que los demás sean posible, porque el que no ama a Dios, no puede amar a sus hijos, ni a los demás.

4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;

          El amor es sufrido. Fácil resulta pedir ayuda, pero el cristiano debe considerarlo muy bien antes de hacerlo. Es posible, que la ayuda que recibe, sea tropiezo a alguien. A él le es más bienaventurado dar que recibir. Muchos pensarán que, si necesita de los demás, quizás se deba a no haber andado con mucha diligencia,  con lo cual, ya está sirviendo de tropiezo a aquellos que piensan de nosotros que, por el hecho de ser cristianos, vamos a tener menos necesidades, porque vamos a ser diligentes. Al cristiano todo le es lícito pero no todo me beneficia. 1 Corintios 10:23: Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.  La necesidad de edificar, nos impedirá pedir y nos abocará a dar.

5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;

         Debemos examinar de antemano el paso que vamos a dar, porque no podemos hacer algo que no debamos hacer y sabemos que, cuando esto ocurre, es porque no lo hemos puesto en las manos del Señor. Debemos llevar todo a las Manos Santas del Señor. No debemos actuar sin su aprobación, porque caeríamos en el error. No debemos buscar lo nuestro, sino lo de Dios, que es al fin y al cabo lo nuestro, sí, porque todo es de Él. No debemos irritarnos, eso debemos dejarlo a Dios, ya se irritará cuando sea necesario. No debemos guardar rencor, porque el rencor es hermano del odio y actúa en nosotros como la carcoma que se come lo puro y deja solo destrucción.

6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.

¡Cuidado con esto! Porque muchos ocasionan tragedias ruinosas en sus casas y en las casas ajenas, rompiendo lo que un día creyeron amor, y todavía se jactan y se gozan de la injusticia que cometieron. Dijeron: “me he enemistado con muchos y les saqué lo que pude, he abandonado a mi mujer o a mi marido, y a mis hijos ni le paso la manutención. Pero ahora soy feliz. ¡Cuidado con estos! No les imitéis, porque son, sin dudas, siervos de Satanás. La carga que creen haber descargado acabará aplastándoles. Al que tiene amor de Dios andar en la Verdad le es un gran refrigerio y gozo. 

7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Como ya hemos dicho antes, “el amor es sufrido”, ni siquiera debemos alinearnos con aquellos que no están dispuestos a sufrir porque se tratará de necios. Todo lo debemos creer, porque Dios es la Verdad, y en ella no es posible la mentira. Creer la Verdad es practicarla, atarla a nuestro cuello y desechar todo lo que a ella no pertenece. Debemos aprender a tener esperanza, somos hijos del Altísimo (que alabado sea) y tenemos en Él toda seguridad. Por eso, todo lo soportamos con paciencia; Él sabe lo que necesitamos.

8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Lo que acaba no ha sido amor. Nadie se confunda. El amor no deja de ser amor nunca, otra cosa es el aprecio, el sexo y otros sucedáneos del amor.

9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.

Lo que profetizamos nosotros es lo que en parte conocemos y que, le añadimos, lo que intuimos o pensamos. Esto lo decía Pablo cuando las Escrituras aún no estaban acabadas de escribir, pero Pablo decía que, cuando viniera lo perfecto, todo lo que conocíamos en parte, acabaría. Muchos creen que esto será cuando vuelva Jesucristo, pero Jesucristo no nos dejó algo incompleto o inacabado, sino que todo lo dejó ordenado y concluido para que por lo “perfecto”, el Espíritu Santo, la Palabra, que son la misma cosa, pudiéramos alcanzar gracia ante Dios y salvarnos. Se trataba

11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

Los niños no son comparables con los hombres en casi nada a menos que la mentalidad del hombre no haya maduradoPero la mentalidad del hombre debe madurar, si no está afectada por algún mal. El niño tiene la mente incapacitada para aceptar el mal, pero el mal sabe esperar y conforme el niño va adquiriendo el sentido común, se aprecia que igual de va yendo en una dirección que en otra. Los padres y todo su entorno son lo que deben responsabilizarse de su comportamiento. Esto ocurre de forma momentánea, sino que progresa despacio y en unos más que en otros niños. Los que les rodean deben estar vigilante y preparados para guiar al niño en lo que debe hacer y no debe hacer.  Lo mismo ocurre con el creyente nuevo, que es comparado con un niño, y que debe ser guiado y apoyado por los que ya crecieron. ayudarles a pensar como crecer en el conocimiento de Dios, a pensar con el pensamiento de Dios, a no juzgar como Dios manda.

12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

Antes de llegar lo perfecto veían, como oscuramente. Ellos estaban predicando la Thora y algunos escritos propios, pero lo perfecto aún no lo tenían. Por eso ellos veían como por espejo en sus mentes, veían de una forma no clara, por eso, decía conocer en parte, porque el Espíritu Santo aún no les había comunicado todo. Algunos piensan que el Espíritu Santo les llenó de toda sabiduría instantáneamente, pero aunque así fuera, ellos debían plasmarlo en el papel, para ser usado por todos los que después viniesen y también para tener toda la Verdad en una. El Espíritu Santo no deja de trabajar en nosotros ayudándonos a recordar lo escrito, animándonos, y dándonos fuerza para vencer. Pero el Espíritu, no nos va a decir más que lo que Cristo dijo; porque Cristo concluyó su Obra (Cristo no fue insuficiente), y el Espíritu, no está para que juguemos con Él. Todo aquél que quiera saber más allá de lo que  la Biblia nos anuncia, no es de Dios. Otra cosa sería que el hombre se empecinase en descubrir cada una de las piedras preciosas que la Biblia encierra, con la ayuda siempre, del Espíritu Santo.   

13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

¿Qué ocurre, pues? Pues que lo que se oculta no es amor de Dios. Los hijos de Dios varones, nos amamos los unos a los otros. Sí, nos decimos: “Hermanito, yo te amo mucho”, “¿Sabes que yo te amo? El hijo de Dios varón, le declara su amor a la hermanita, “Sabes hermanita, que te amo mucho”, ¡Cuánto te amo, hermanita! No nos alarmamos por esto. Todos conocemos cuál es el amor de Dios y cuál es el establecido por Satanás en el mundo. No hay celos entre los hijos de Dios, primeramente, porque lo evitamos, luego por que conocemos el amor de Dios y, este amor, nos hace actuar diligentemente. Digamos que no damos lugar al tropiezo.  Entonces ¿Dónde está el problema? Todos nuestros problemas están en nuestro espíritu. Nuestro espíritu está caído, influenciado por Satanás y, por tanto, es incapaz de discernir el amor de Dios. Un espíritu lleno del amor de Dios, es consciente del amor posible, de lo que es amor y de lo que no lo es. El espíritu es el que anima a la mente, que no es nada más que una parte de nuestro cuerpo físico que cuando es abandonado por el espíritu, viene a ser solo materia perecedera. No podemos pensar que una cosa es la mente y otra el espíritu. Dios insufló en el barro su aliento de vida, su Espíritu, porque su Espíritu, es la Vida. Pero el espíritu encarnado está expuesto a la prueba, esto es, a la caída, por causa del espíritu malo.

2 Pedro 3:17:    Así que vosotros, oh, amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
1 Pedro 5:8: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Y Satanás, el espíritu malo, se encarga de tentarlo, mostrando las excelencias de la vida. Así lo hizo con Adán, con Jesús, y con todos nosotros. Pero el espíritu de Jesús era fuerte y poderoso y no cayó. Con esto, Jesús nos dio un ejemplo de cómo hacer las cosas para no caer, al menos, tan fácilmente. Pero ¿no era Jesús un hombre? Sí, tal como nosotros. Jesús fue despojado de toda su divinidad, para hacerse “hombre”; sin mayúscula. Se trataba de alguien cargado de pecados, que no tenía ni donde reposar su cabeza y que había sido abandonado por su Padre. Pero Jesús, tenía una fe poderosa, por eso, era capaz de mover montañas. Jesús conocía a Dios y por eso, su consejo es: “Buscad primero el Reino de los Cielos y todo se os dará por añadidura. Salmos 10:4:       El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

       YO OLVIDO, PERO NO PERDONO. Esto significa algo así como la guerra fría de los espíritus. Primeramente, por que es imposible, tiene una alta carga de falsedad. Ni siquiera al revés sería esta frase, una frase que respondiera a un espíritu digno de ser oído y, mucho menos, aceptada por espíritus que anhelan la santidad.  No digáis jamás esta funesta frase; retiñe en los oídos de una persona que anhela santidad. Se trata de una frase que es engañosa, que puede hacernos creer que nos justifica. Es una frase de demonios. No la pronunciéis jamás y, ni siquiera la penséis en vuestros corazones, para que nunca podáis caer en ese error. 


¿CUÁNTO PODEMOS DAÑAR CUANDO NO NOS ARREPENTIMOS DE LO DICHO?

    El que daña no ama. Aunque a veces las personas se puedan sentir dañadas por nuestra causa al tratar de hacerles un bien, esto es por causa de sus débiles  entendimientos, la persona no es capaz de dilucidar el bien de las cosas, debemos pensar que el Espíritu de Dios no habita su corazón y la Verdad de Dios no es su camino. Por eso, debemos ser prudentes, pacientes y benignos. Si le diésemos con la Biblia en la cabeza, podríamos matarlo. Con la Verdad también se puede ser piedra de tropiezo. Si hacemos un daño, debemos arrepentirnos, lo cual incluye, la necesaria reparación.  Debemos reparar el daño causado, algo que siempre es más fácil y mejor que mantener el daño. Para poder reparar hace falta el reconocimiento y el arrepentimiento. El que no acepta el arrepentimiento no es digno de él, pero sepamos los arrepentidos, que para nosotros, resulta un eximente; el más agradable de los eximentes. No temamos arrepentirnos y pedir perdón

A PESAR DE NUESTRAS DEBILIDADES, ¿QUÉ ES LO QUE DESEAMOS REALMENTE TODOS?

      ¡Cuándo puede  descansar nuestro espíritu! Cuando no nos arrepentimos, constreñimos al Espíritu Santo que habita en nosotros y se corta nuestra relación con Dios. La beneficiosa acción del Espíritu Santo deja de producirse y solo se reestablece por medio del arrepentimiento sincero. Entonces todo vuelve a fluir en nosotros de forma adecuada a nuestras necesidades. Era lo que deseábamos y nos sentimos bien. ¿Sabéis por qué nos sentimos bien? Porque era lo que necesitábamos. Porque todo ser humano lo que necesita es estar en perfecta relación con los demás y con todo lo que le rodea incluida la naturaleza, porque pertenece a la misma naturaleza y esta a Dios. Todos deseamos ser amados, pero esto es imposible si no conocemos el verdadero amor; el amor de Dios (que bendito sea por toda la eternidad).

Preferid primero hacer que decir



Que la paz del Señor esté con vosotros. Amén

domingo, 22 de diciembre de 2019

LA CAUSA SALVADORA

LA CAUSA SALVADORA


Romanos 1:5
Salvador Cortés Pedraza

      Y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe  en todas las naciones por amor de su nombre.

      Tanto en el mundo religioso como en el laico, la obediencia es uno de los requisitos más apreciado. Decía un famoso pensador que la fuerza de todas las criaturas y de todas las cosas consiste en su obediencia y no en su libertad. También es cierto que el hábito de someterse constituye la primera condición para el orden humano. Jesús declaró que el que se salvará será el que obedeciese a su Padre.  
      Podíamos decir que Dios nos salva dos veces, la primera para enseñarnos a obedecer y la segunda por haber obedecido. Lo que Dios busca en nosotros es a su familia; el Señor quiere que seamos su familia; que seamos personas que libremente hemos elegido vivir junto a Él, y con los demás un  mundo perfecto por toda la eternidad. Dios quiere una humanidad que viva unida en amor, gozo, paz, adoración, alabanza y servicio perfectos, como familia de Dios. Deberíamos valorar este deseo de Dios. Deberíamos ser agradecidos y vivir sobria, justa y piadosamente delante de Él. ¡Qué lejos está la humanidad de pensar así! Aún así, debemos trabajar en este empeño; si Dios lo pide es porque es posible.
Muchos farsantes confundieron la virtud de la obediencia.
Creyeron que era lo mismo obedecer forzado que voluntariamente. Pero la obediencia forzada para Dios no tiene valor alguno.
A la obediencia forzada se le niega el derecho a elegir y lo que revela es…
·      Temor a la rebelión;  es el temor la causa de tu obediencia.
·      Egocentrismo y mezquindad. Le razón empuja a la obediencia, de manera que se obedece lo razonable o la verdad.
·      Falta de control. El control razonado y entendido es más fácil de obedecer.
·      El que fuerza a obedecer demuestra una pobre estimación, algo imposible en el caso de nuestro Dios.
·      Un propósito débil, que se sostiene por si mismo.
·      También revela una falta de piedad extraordinaria.
             La libre obediencia revela que tiene derecho a elegir y puede optar por obedecer o no obedecer. Así que la libre obediencia revela…
·      Amor y confianza.
·      Sentido de fraternidad.
·      Interés y preocupación.
·      Fuerza de voluntad y de propósito.
·      Sentido de piedad.
·      Conocimiento de sí y confianza en sí mismo.

               Las Escrituras dicen lo siguiente acerca de la obediencia.
 La obediencia demuestra varias cosas:
1.   Demuestra que una persona es sabia. “Cualquiera, pues, que oye estas palabras y  las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Mateo7:24.
2.   La obediencia demuestra amor. “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Juan 14:21.
3.   La obediencia demuestra que Dios es digno. “Respondiendo Pedro y los apóstoles dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. Hechos 5:29.
4.   La obediencia demuestra que Cristo es de Dios. “El que quiere hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”. Juan 7:17.

5.   La obediencia nos asegura varias cosas. Nos asegura una vida de prosperidad y éxito. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josue 1:8.
6.   La obediencia asegura la entrada en el reino de Dios. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mt. 7:21; Lucas 8: 21.
7.   La obediencia asegura la misericordia de Dios. “Y hago misericordia a millares, a los que me aman  y guardan mis mandamientos”. Éxodo 20:6.
8.   La obediencia asegura que una persona es miembro de la familia de Dios. “Porque todo aquél que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y mi madre”. Mt. ¡2:50; Mr. 3:35.
9.   La obediencia asegura la bienaventuranza. “Y él dijo: Antes bienaventurado los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”. Lc.11:28; Dt. 11:27.
10.  La obediencia da seguridad de que conocemos la verdad. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”. Juan 7:17.
11.  La obediencia asegura la presencia del Padre y de Cristo. morada en él” “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él”. Juan 14:23.
12.  La obediencia asegura la libertad del poder del enemigo. “Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren”. Éxodo 23:22.
13.  La obediencia asegura que Dios será nuestro Dios, y que todas las cosas ayudarán a bien. “Mas esto les mandé diciendo: “Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien”. Jer. 7:23.  
14.  La obediencia nos asegura la amistad de Cristo. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; pero os he llamado amigo”. Juan 125:14—15.  


            No seamos contenciosos, amados hermanos, y obedezcamos al Señor. Que Él nos bendiga a todos. Amén.


Visite también: 
https://estudiemoslapalabradeverdad.blogspot.com

viernes, 20 de diciembre de 2019

EL PENSAMIENTO DE PABLO


Romanos 1:1—7.
Salvador Cortés Pedraza

1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,
3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,
4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
5 y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Encontramos en este texto una breve explicación de lo que Pablo quería que la gente supiera que él predicaba. Pablo predicaba que…

·      El Antiguo Testamento viene de Dios.
·      El Antiguo Testamento fue dado por los profetas de Dios.
·      El Antiguo Testamento es Escritura Sagrada; es Santa.

Del A. T,  también tenemos mucho que aclarar, porque algunos declaran que nada debemos tener con él. Algunas veces me preguntan: ¿Ustedes creen en el Antiguo Testamento?  Pablo lo tenía bien claro y también predicaba la Thora. Jesús leía las Escrituras en el Templo y en las sinagogas.  

Pablo predicaba que Jesús era…

El Hijo de Dios. Y  él predicaba, acerca de su Hijo.

Es muy importante que el mundo sepa qué predicamos. Pareciera de Perogrullo, que tuviésemos que declarar a quién predicamos, pero no lo es tanto, cuando el número de Cristos es tan variado. Si hay solo un Cristo, debiéramos  seguir una sola doctrina, y parece que esto no es así. Sin embargo, para que el mensaje del evangelio sea un mensaje con fruto, debiéramos aclararnos muchos de los que decimos ser predicadores del mensaje de salvación de Cristo. La inmensa mayoría de los “cristianos”, al menos de los que conozco en España. o no creen en Cristo o creen solo algunas cosas de las que de Él se dice. Esto es lamentable, porque, eso sí, lo utilizan para todo.

El Salvador prometido. Cristo, el Mesías.

Muchos son los que están aún esperando al Mesías. Y muchos que dicen seguirle, realmente no lo hacen; no, como Dios manda, con lo cual, el evangelio, sale más perjudicado que beneficiado.

El Señor: “Nuestro Señor”.

Pablo predicaba que el Masías era el Señor; nuestro Señor. Que tiene todo poder y toda gloria. Que ahora está sentado a la derecha del Padre y es igual al Padre.  

Es hombre, “del linaje de David según la carne”.

Declara Pablo que Jesús procedía del linaje de David, algo que también muchos ponían en tele de juicio y aún ponen. Pablo decía que Jesús era un hombre según la carne, hasta que resucitó y subió a los cielos.  

Es declarado ser el Hijo de Dios con poder.

Pablo nos presenta a un Jesús con todo poder; el Hijo de Dios con poder. Pablo tuvo que contender por esta verdad que muchos no creían. Fueron unos tiempos difíciles, para los seguidores de Cristo. Y desde los primeros tiempos la lucha ha sido extraordinaria. ¡Cuántos añadidos! ¡Cuántos sufr4imientos sin justificación! Pablo fue sin duda el más aguerrido defensor de la fe verdadera.

Es divino o santo “Según el Espíritu de santidad”

Pablo también predicaba esto. Jesús era Dios, Santo Varón, sin mancha

Es resucitado de entre los muertos.
Hasta ese momento era el único que había vuelto de su tumba y Pablo sintió el deber de pregonarlo por todo los sitios. Así lo hizo. Pablo cumplió con una misión elemental para el Plan de Dios. Esta misma misión tenemos todos los seguidores de Cristo.

Pablo decía del Evangelio…

Que es de Dios “El Evangelio de Dios”. Ro. 1:1, 17;3 :21.
Que fue profetizado.
Que concuerda con el Antiguo Testamento, se había prometido antes en las Sagradas Escrituras.
Que es acerca del Hijo de Dios “acerca de su Hijo”.
Que es acerca del Salvador divino, nuestro Señor Jesucristo.
Que es acerca del Hijo de Dios, con poder.
Que es acerca del Salvador, humano
Que es acerca del Salvador, resucitado de los muertos.


Que la paz del Señor sea con todos vosotros. Amén

sábado, 14 de diciembre de 2019

PABLO EL EVANGELISTA INCANSABLE

Romanos 1:1—4
Salvador Cortés Pedraza
       Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2 que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras: 3 evangelio que se refiere a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.
       En el Antiguo Testamento, el Señor (que alabado sea por siempre), por medio de los profetas nos promete las Buenas Nuevas. Nuevas noticias que son el Evangelio de la Salvación; esto es Jesucristo mismo, él es el tema y el  autor del Evangelio. Es por eso que Jesús dijo:
       Juan 5:39. Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
       Jesús, (bendito sea por siempre)  además, en este texto nos está anunciando el poco interés que algunos van a tener en acudir a Él. Sin embargo, lo que nos viene a decir es que no tenemos otra manera de alcanzar salvación, sino a través de Él. Las escrituras dan testimonio de Él. ¡Cuán importante es no olvidar esto, amados hermanos, siendo nosotros los encargados de dar testimonio de Él! Se nos olvida, a veces, que Cristo ha de ser visto a través de nosotros. Tenemos aquella frase famosa de Gandhi que decía: “He estudiado las Escrituras y estas me convencieron; pero lo que me impidió aceptar a Cristo fue el mal comportamiento que he visto en los cristianos”.
Hechos 26: 22—23. Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: 23 Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
Pablo dio testimonio de Cristo dando un fiel testimonio de las Escrituras. Pablo fue obediente al llamado de Jesucristo (que sea bendito y alabado por los siglos). Tú, mi Dios le auxiliabas porque él había puesto su dicha y afán  en obedecerte (que bendito seas por siempre, mi Señor)
Pablo dejó atrás lo que había sido y arremetió con poder de Dios (que alabado sea) a cumplir su nueva misión. No debemos arrepentirnos más que una vez, porque una vez, hemos sido perdonados, ya no hay más sacrificios por dichos pecados. El Señor (que bendito sea) olvida nuestro pasado. Eso es lo que debemos hacer nosotros también, aunque no podamos olvidar la misericordia, de Dios (que alabado sea) para con nosotros. El hecho de andar recordando por la causa que sea, nuestro pasado, no puede más que constituir, de alguna manera, tropiezo a nuestra labor, una pérdida preciosa de tiempo. Si nuestro arrepentimiento fue sincero ya no podemos hacer nada por nuestro pasado. Ahora todo se nos ha hecho nuevo.

1 Pedro 1:10—11. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían tras ellos.

2 Pedro 1:20—21.  Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Esto quiere decir, que todo lo que sea de interpretación privada, no pertenece a Dios (que alabado sea), sino a mandamientos de hombres. Por eso, debemos huir de la conformidad de estar apartados los unos de los otros y seguir trabajando para llegar a la perfección requerida, es decir, a una misma manera de pensar. Eso es lo que Dios (que alabado sea) nos ordena a los que quieran ser sus hijos. 

1 Corintios 1:10: Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.


Para mí, amados hermanos, esto es lo más vergonzoso que hacemos y no se puede entender la complacencia de muchos que se acomodan y parapetan en sus espacios olvidando por completo su misión. 

PABLO, SIERVO Y APÓSTOL

Salvador Cortés Pedraza
Romanos 2:1—1.

         El apóstol Pablo se declara siervo de Jesucristo. Pero la palabra “siervo” (doulos) indica mucho más que un simple siervo. Pablo es un esclavo y propiedad absoluta de su Amo; es un esclavo unido a su Amo por la Ley. Una mirada a lo que en los tiempos de Jesucristo era un esclavo nos mostrará de forma clara lo que Pablo quería decir al llamarse (siervo) de Jesucristo.  
                                       
PABLO ERA APOSTOL DE DIOS

Debemos diferenciar entre lo que es un apóstol  enviado por Dios y lo que es otro que ha sido enviado por un hombre. De estos últimos hay más que de los primeros. Estos son hombres pretenciosos que afrontan la voluntad de Dios. Nosotros sabemos quienes fueron los apóstoles y sabemos también que Dios estableció obispos, diáconos, pastores y discípulos. Pronto veremos las “apóstolas” introducidas por estos que tuercen las Escrituras a voluntad del primero que se tercie. Ellos laboran en una viña sin amo. Pero un día el Amo se presentará y habrán de rendir cuentas.

La palabra “apóstol” (apóstolos) se refiere a una persona que es enviada de un país a otro. Es un representante, un embajador, una persona enviada para representar a su nación.

Tres verdades pertenecen al oficio de apóstol:
1.   Pertenecer a la Persona que lo envía.
2.   Ha de ser comisionado para ir.
3.   Poseer toda la autoridad y el poder de la Persona que lo envía.

Note que Pablo declara haber sido “llamado” a ser apóstol. No estaba en el ministerio porque…
·      lo haya elegido él mismo.
·      Tenía capacidad
·      había sido estimulado por otro para elegir la carrera ministerial.
·      le encantaba trabajar con personas

Era apóstol, ministro del Evangelio por una sola razón: porque Dios lo había llamado.

       “Pero levántate y ponte sobre tus pies, porque para eso he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti”. Hechos 26:16

       Aún Pablo tuvo muchos problemas con los discípulos y apóstoles de Cristo, porque no creían la versión de Pablo. Pero la fe poderosa que emanaba de él fue suficiente para que al final todos lo aceptasen. Pablo llegó a ser uno de los más grandes apóstoles de Dios. (que alabado sea) ¡Qué diferencia entre Pablo y estos “apóstoles” que corretean hoy las congregaciones denominacionales!

1 Timoteo 1:12—14.  Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque, teniéndome por fiel, me puso en el ministerio, 13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; pero fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14 Y la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.

Ellos debieron preguntarse: ¿Cómo este que nos perseguía con tanta saña ahora pretende ministrar la Iglesia del Señor? Esta pregunta, que supuestamente le hicieron a Pablo, nos la han hecho a muchos de nosotros. Y todo, porque permanecíamos  de espaldas a Dios (que alabado sea) y muchas veces en contra. Podemos decir pues que, también en nosotros, la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Naturalmente esto debe verse a simple vista como lo vimos en Pablo; todo un ejemplo de siervo.
Pero miren ustedes hermanos que todos los que hemos sido llamados hoy y ayer, lo fuimos para un propósito de Dios. (Santo, Santo, Santo)
Jehová había dicho a Abram: «Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Génesis 12:1.
El Señor (bendito sea por siempre su santo nombre) llamó a Abram con un propósito ¿Nos hemos preguntado alguna vez con qué propósito nos ha llamado el Señor? ¿De qué manera cumplimos el propósito de Jehová? (Que sea por siempre bendito y alabado) Es importante que sepamos esto con certeza.  
“Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel. Éxodo” 3:10.
Pregúntate: ¿Cuál es el compromiso que tengo con el Señor? Así como estos santos varones fueron llamados para un propósito, nosotros también lo hemos sido.
 “Mirándolo Jehová, (que alabado sea) le dijo: —Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Gedeón le respondió de nuevo: —Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre.
16 Jehová le dijo: —Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 17 Él respondió: —Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que has hablado conmigo. 18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti.

Jehová le contestó: —Yo esperaré hasta que vuelvas.

El Señor nos está enviando a nosotros, a cada uno de nosotros con nuestra fuerza, el Señor sabe cuales son nuestras fuerzas, nuestra capacidad y también nuestra fe. Sin embargo el Señor nos está diciendo lo mismo que le dijo a ellos ¿No soy yo el que os envíaYo estaré con vosotrosYo esperaré.

Después oí la voz del Señor, que decía: — ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?
Entonces respondí yo: —Heme aquí, envíame a mí. Isaías 6:8.

Esta debe ser nuestra actitud ante el llamado de Dios. (Que alabado sea) Todos ellos respondieron a la llamada del Señor y todos cumplieron el propósito de Dios (Santísimo Señor)

Hermanos el Señor les llamó, pero a ellos les correspondía oír la llamada y también el responder.

Estos fueron llamados por el Señor para el ministerio y Dios (que alabado sea), no atropelló sus voluntades. Fueron llamados para ser ministro, no para ocupar un puesto de autoridad o para ser honrados por los hombres.  ¡Cuánto podemos aprender de ellos!

Todo siervo de Dios (que alabado sea)  es llamado con dos propósitos primarios:
1 Para servir y ministrar. “Y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28 como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos”. Mateo 20:27—28.

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros, 15 porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis”. Juan 13: 14—15.

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe”. Gálatas 6:10.

2 Para ir y llevar fruto: “Producid, pues, frutos dignos de arrepentimiento” Mateo 3: 8.

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé”.  Juan 15:16.

Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios”. Romanos 7:4

¿Qué es llevar fruto, amados hermanos?

Una vez ocurrió que un hacendado estaba a disgusto con su hacienda y, debiendo partir a un lugar lejano, envió a personas en busca de nuevos trabajadores, a ser posible, más eficaces. Vinieron personas de toda clase, entre ellos, hombres corpulentos, de letras, aguerridos guerreros y algunos flacuchos y de mal aspecto. Cuando el amo vio a los que habían venido sintió un poco de misericordia con los   flacuchos y de mal aspecto y pensó que debía emplearlos. Su ayudante, viendo las pocas cualidades  de aquel hombre, aconsejó:

 -Señor,  si los empleas, seguramente no podrán mejorar toda la hacienda. Creo que deberías darle una parte de ella solamente.
       El amo, aceptó el consejo de su administrador y encargó a los flacuchos hombres la mitad de la hacienda. La otra mitad la puso al cuidado de los hombres más corpulentos. Entonces el administrador le dijo:
       -Señor, parece un poco injusto, nunca podrán compararse con los corpulentos.   
       -Es cierto, pero quiero comprobarlo.
       Así quedó todo dispuesto y marcharon.
       Los corpulentos, nada más marcharse el amo, comenzaron a discutir entre ellos por ver quienes serían los que ocuparían los diferentes puesto que, según ellos debía existir, pero nunca estaba de acuerdo y comenzaron ha formar grupitos entre ellos. De manera que sus fuerzas se vieron mermadas en gran manera.
        Los flacuchos, que desconfiaban de sus propias fuerzas, decidieron unirse y así, entre la unión que formaron y el afán por superarse, cuando volvió el amo y preguntó a los dos grupos estos respondieron de la siguiente manera:
        -Nosotros—dijeron los corpulentos—, hemos tenido muchos problemas para organizarnos y nos vimos obligados a partir nuestra parte en grupos más pequeños, de manera que todo está dividido y el trabajo no se ve muy bien. No hay fruto, señor y hemos perdido hombres en nuestras luchas.
        -¿Y vosotros, qué habéis hecho?—preguntó el amo a los flacuchos.
        -Poca cosa, señor. Unimos nuestras pocas fuerzas y pudimos adecentar la hacienda e impedir que naciera la mala hierba.
        -Ese es el fruto que esperaba de vosotros. Habéis preparado la tierra que es parte del  sembrado de lo demás me encargo yo.
         Los corpulentos, que aún seguían discutiendo, fueron despedidos y los flacuchos quedaron en la hacienda disfrutando de la justa benignidad del amo.

No creo necesario volver sobre lo que es fruto o no. Pero muchos tienen por fruto solamente la multitud llegada y no la calidad de ella.
  La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

EL RESPETO AL SEÑOR


Salvador Cortés Pedraza
En la alabanza y siempre que oremos

      Es una de las cosas que más me han llamado la atención en las oraciones que hacen los cristianos. La falta de respeto ante el Señor es sumamente patente. Hemos tomado tal confianza con el Señor que le hablamos de tú. Pero si nosotros en la tierra a los personajes importantes les hablamos de usted, deberíamos preguntarnos por qué lo hacemos, porque si la respuesta es por respeto, Quizás estemos faltando al respeto a nuestro Dios y Señor. Debemos confiar en el rey, pero nuestro respeto al rey no es por causa nuestra, sino por su realeza, de manera que a pesar de obedecerle debemos respetarlo. En la antigüedad, a los padres se les trataba de “usted”. La gente decía  que eso no era respeto, sino temor. Ahora ya no trata nadie a sus padres de “usted”, ni casi a nadie ¿hay más respeto que antes? ¿Será posible que el hombre cuando pierde el temor pierde también el respeto?  ¿Acaso la confianza es enemiga del respeto? Esto es lo que dice la mayoría; pero ¿estarán en lo cierto?

EN LA ORACIÓN, SIEMPRE QUE OREMOS.

       La oración es una directa conversación con nuestro Padre Dios. Bendito sea por siempre. ¿Cómo muestra la Palabra a los que estuvieron en la presencia de Dios? Siempre de rodillas o con el rostro en el suelo Lucas 5:8:      Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. ¿Nos ha dado Dios permiso para que lo hagamos de manera tan licenciosa? ¡Arrepentíos, hermanos, por si acaso decide perdonarnos! Éxodo: 4—5. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.  Las oraciones de hoy, ante el Dios presente, dejan mucho que desear. Lo que ocurre es que, después de una licencia, viene otra, y así, hemos llegado a hacer cada uno lo que nos viene en gana. ¿Por qué ocurre esto? Porque poco a poco vamos perdiendo la noción de  la presencia de Dios, incluso  de su Real Majestad. ¡Perdónanos Señor! La idea de muchos, es que Dios es como un gran vertedero donde podemos llevar todo lo que queramos.¡Sí, Padre, perdónanos! Pero el solo hecho de no mirar qué le agrada Dios, ya es pecado. ¿Por qué hemos de agradar a Dios? ¡Acaso el Señor necesita que le agrademos? El Señor no nos necesita para nada, pues la necesidad, es nuestra; agradando a Dios estamos haciéndonos bien.  ¡Cuántos son los que no son oídos por Dios! La idea de que nuestro Dios es nuestro Padre, también nos hace pensar que se trata de un padre como los de ahora, a los que, el respeto, lo tienen como una falta de confianza.

AL LEVANTARNOS EN LA MAÑANA

        Si te acuestas sin saber si vas a despertar, lo más acertado será, que antes de dormirte, te pongas en paz con Él; con el Señor.  Esto es, arrepentido de todo lo malo que hayas hecho y de todo lo bueno que hayas dejado de hacer. Dice la Palabra de Dios, en…
Santiago 4:17:  y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
¿Cómo pediremos si no damos? ¿Cómo nos inclinaremos ante el Creador, si no nos hemos arrepentido de nuestros pecados? No podremos burlar la sabiduría de Dios, porque además de Sabio es Justo. Dios no puede ser burlado. Gálatas 6:7:   No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
        Desnúdate ante tu Dios y muéstrale tus maldades con arrepentimiento, humildad y propósito de enmienda. Dios te comprenderá, te perdonará y te ayudará a ser fiel con sus consejos. Isaías 50:9:       He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.

EN LA COMIDA, ANTES DE COMER

¿Acaso nos ponemos a la mesa y no nos acordamos de Aquel que de todo nos provee? Ciertamente es posible; así somos de inconscientes y desagradecidos. Hubo un tiempo en que las primicias eran para Dios, pero algo ha debido ocurrirnos, porque hemos llegado a pensar que Dios ya no quiere las primicias. Hubo un tiempo en que antes de la oración la gente lavaba sus bocas, sus manos y algunas otras partes del cuerpo y también lo hacía antes de sentarse a la mesa. ¿Por qué estos gestos? Por respeto al Altísimo. La oración es conectar con Dios y, el símbolo del lavado era como una señal de arrepentimiento y limpieza de espíritu para poder estar en la presencia del Señor. El segundo es el respeto al tocar algo que viene del Señor para ti. Es impresionante que a veces solo hagan la demostración por falta de agua u otras cosas. Pero el Señor ve que la persona no se ha olvidado de su Majestad. Mirad hermanos tú tienes la libertad de hacer para el Señor todo lo que tú consideres que es agradable a Dios. Si tú piensas en poner para Dios un árbol en tu huerto, hazlo; aunque eso no lo pida el Señor en su Palabra. Es como cuando hacemos algo para nuestros padres que es agradable, pero que no nos lo han pedido. Peor es que tú creas en tu corazón que, algo que has pensado, es agradable a Dios o lo pide y no lo haces. Sería un pecado, porque aunque el Señor no lo haya pedido tu dudaste y creíste que lo pudo haber pedido.  Hazlo y no te resistas.

EN LA NECESIDAD. MIRANDO BIEN QUÉ NECESITAMOS

Los seres humanos tenemos una boca ligera para pedir y una mente doblegada al gasto. El ansia de poseer que a muchos arrastra hasta la agonía; se vuelven esclavos de las cosas y acaparan tanto que muchas veces ni siquiera utilizan. No nos damos cuenta de que, en el mundo, todo es limitado, porque fue creado para ser bien administrado. El cristiano no puede olvidar eso; porque si tú del cuenco que es la tierra tomas más de lo debido, otros ni siquiera podrán coger lo debido. El desastre se deberá a una falta de justo reparto. El que esto hace es porque por la razón que sea ha llegado a creer que tiene más derechos que otro, pero este pensamiento en una mente cristiana es un horrible pecado. Sí, horrible, porque no hay nada más desagradable que ver a gente pasando hambre o cualquier otra necesidad. Muchos “cristianos”, se olvidan de esto cada día. Pidamos al Señor lo que necesitemos y, hagámoslo con el debido respeto. No podemos pedir al Señor lo que piden, por poner un ejemplo, los deportistas, cuando levantan sus miradas al cielo y  les piden ganar ellos, es decir, que pierdan los otros. Esto miradlo con detenimiento, porque está fuera de todo fundamento cristiano, y se hace de muchas maneras. Estos cristianos que son capaces de ganar una copa de futbol, según ellos con el agrado de Dios, y luego les vemos de llevarla a los pies de la Virgen de turno y, a continuación a Neptuno o Cibeles. Claro los pastores dieron libertad  a las ovejas, para no quedarse sin ninguna. ¡Sálvese quien pueda!

        Dile al Señor que te de lo que tú necesites y siempre recordando que Él conoce tus necesidades. No digas; “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”, si realmente tienes pan para hoy. Esto lo mira el Señor como una falta de interés en tu oración y desobediencia. Te diriges a Él repitiendo una y otra vez las mismas cosas como si te faltaran las palabras. Te han enseñado un modelo y con él te vas por dos mil años a decírselas al Señor. Ignoras que el Señor abomina las repeticiones. Mirad lo que dice la Palabra de Dios:

Mateo 6:7:        Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.

Mateo 6:5:        Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.

Mateo 6:6:        Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

AL  IR A DORMIR. CUANDO DORMIMOS…

¿Quién de nosotros cuando vamos a dormir sabe si despertará? Ciertamente, nadie. Entonces se hace necesario ponernos en las manos del Señor. Estar en las manos del Señor es la mayor seguridad. Esto le pedirás al Señor, si es que lo deseas. Les voy a poner un ejemplo en mi opinión extraordinario. El joven que se acerca a una chica y quiere pedirle relación. Para él la chica es algo importante, pues de ella anda enamorado. Ella para él es tan importante que piensa no poder vivir sin ella. El chico piensa qué decirle y como hacerlo, para que la chica no se ofenda y poder relacionarse con ella. Primero ha valorado a la chica en cuanto a su belleza y otras cualidades y ha concluido que para él es la misma vida. Así de esa valoración surge la atención, el respeto, el decir lo apropiado, lo que cree le va a gustar y una vez que lo han meditado todo bien, se lanza a la acción. No nos iremos a orar al Señor sin repara al menos en lo que el chico reparó para la chica. Enamorado del Señor le declaro que Él para mí es mi vida. Díselo así, si es cierto. Señor, nunca me abandones, pues, yo he buscado tu amparo…Dile todo lo que tu corazón siente y podrás completar una extraordinaria relación con el Señor; Él te ama.

CUANDO ESTEMOS ENFERMOS Y CUANDO SANEMOS.

Cuando estemos enfermos es necesario pedir sanidad, pero ¿Qué haremos cuando sanemos? ¿Nos olvidaremos del Señor? es preciso hermanitos que estemos atentos a estas cosas porque todo lo que hacemos para el Señor, merece atención. ¿Qué es lo que hacemos para el Señor? No nos equivoquemos. Todo lo que hacemos; lo que hacen, nuestro cuerpo y alma, es para el Señor.
Recuerden que no podemos prometer nada al Señor. Podemos pedir, pero es mejor que no prometamos nada al Señor, pues, nada somos y nada nos pertenece. Solo podemos hacer un propósito y pedir a Dios que nos ayude. Incluso cuando decimos que vamos a hacer algo para alguien o para nosotros mismos debemos decir siempre: “Si Dios lo permite”.

Mateo 5:34:      Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios
Santiago 5:12:  Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

Que la paz del Señor sea con todos vosotros


Fixú  xuutúx melí leiof óiof suxiof uo iof máox chúx amiof zutúx leiof  meitú siux úzu meiúz siux melíx datúz fixú xétúx

EL ÉXITO DEL CRISTIANO

Salvador Cortés Pedraza

         Una persona que no obedece a Dios, ni es cristiana, ni puede tener éxito. Porque el éxito, para Dios, no es cantidad, sino calidad. El éxito del cristiano se llama: "servicio aceptable a Dios". Por tanto, eso es lo que debemos pretender.

        Marcos 16:16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
      Tomar la decisión voluntariamente de aceptar a Cristo. Una vez tomada la decisión, debemos plantearnos una meta; hacerlo todo de tal manera que nos superemos en todo aquello que, hasta ese momento, hemos hecho. El ser de Cristo requiere un cambio por necesidad. Ustedes, antes se creían muy buenos, tal vez, pero ustedes trabajaban para ustedes. Ahora, han de ser buenos o aceptables para Dios, y eso, es otro tema que requiere mucha atención. Ya saben ustedes que, todo lo que para Dios se hace forzado, nada vale. Es igualmente indispensable que ustedes conozcan qué van a aceptar, para qué y cómo. Nadie acepta algo que realmente no conoce a menos que se trate de un necio. Te das cuenta de lo importante que es servir al Reino de Dios.

Mateo 13:44: Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.

       ¿Qué está aceptando, solo un tesoro que hay que guardar? Ustedes están aceptando una misión que conlleva un deber y, ambas cosas deben conocer, para que el éxito se produzca. Usted debe conocer la importancia de eses tesoro. Porque esta misión es de suma importancia para su vida, pues de ella va a depender su salvación y la de muchos. Además, usted está aceptando un pacto con el Altísimo (Alabado sea por siempre), lo cual significa que debe ser para ustedes el mayor y mejor pacto que puedan hacer. Si ustedes no cumplen este pacto, no es que no vayan a triunfar, sino que va a sufrir pérdida irrecuperable.
Debe aprender a  hacerlo, y, la única vía que existe, para aprender cómo tener éxito en su misión cristiana, se halla en la Santa Palabra de Dios (que alabado sea por siempre).
Timoteo 3:16:        Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
Ustedes están aceptando trabajar en la Obra de Salvación del Señor como sacerdotes reales, es decir, sacerdotes del más poderoso Señor. Realmente han sido elegidos para esta empresa y ustedes van a ser responsables de su propia salvación, aunque sea indirectamente, también  la de muchos.
1 Pedro 2:9: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable

Quizás hayáis aprendido que, todo esto, es para algunos. Pero estáis engañados, esto es para todos, la Obra del Señor es para todos los obreros. Y si bien en las iglesias debe haber obispos, pastores, ancianos, y diáconos, estos títulos no son para ser servidos, sino para servir. Y no vale un servicio que Dios no aprueba. Se trata de un servicio real. Si se ha de lavar unos pies no vamos a elegir los más limpios. Si somos personas en eminencia, no vamos a vestir con la mejor capa, porque la mejor la habremos dado. Lean estos versículos, amados hermanos.

Mateo 10:10:    ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
Marcos 6:9: sino que calzasen sandalias, y no vistiesen dos túnicas.
Lucas 3:11: Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Lucas 9:3: Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas.

Si esto no lo aprendieron, deben, por encima de todo, desaprender lo que aprendieron antes de aceptar este pacto, porque ahora, todo debe hacerse nuevo, incluso lo que estaba de acuerdo con el mandato de Dios, que ahora, cobra un nuevo sentido. Ahora todo lo hacemos para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31: Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
1 Pedro 4:11: Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
No tiene nada en común todo lo que usted sepa, con lo que va a aprender, por tanto, debe comenzar como si nada supiese. No vamos a aprender matemáticas ni lengua. Por eso no hay diferencia entre el que tiene una licenciatura y el analfabeto. Aquí solo vale la voluntad. 
Mateo 9:16: Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura.
Mateo 9:17: Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
Si usted quiere poner al día su sabiduría y entendimiento, añadiendo de la Palabra, fracasará. La Santa Palabra de Dios no admite añadidos. Quizás pueda darse cuenta de que muchas cosas de las que usted cree correctas responden al consejo de Dios (que alabado sea), Pero la prueba o comprobación, siempre va  a ser sobre la Palabra de Dios.
Este consejo de Dios se ha desobedecido muchas veces; de ahí la trágica situación de la fe en los tiempos que corren. 
Juan 3:3:  Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Es indispensable nacer de nuevo. Usted no puede arrastrar ninguna miseria del mundo al Reino de Dios. Todo para que la iglesia permanezca inmaculada, esto es, sin mancha. Una mancha que usted ponga en la iglesia es un tropiezo de muerte. Por eso, son tantos los que andan muertos por las iglesias. Una especie de zombis que van de un sitio a otro, sembrando de muerte la tierra.
El cambio de viejo a nuevo se produce por la gracia de Dios, cuando la persona se arrepiente de sus pecados y baja a las aguas del bautismo (inmersión).
Efesios 2:8: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Debe ser tocado por la Palabra de Dios. Cristo es el artífice del acercamiento y cuando hacemos masas con la Palabra se produce el milagro; comenzamos a creer y nos damos cuenta del vituperio de Cristo y de la promesa de Dios para nuestras almas, y comenzamos a creer, y, como la palabra creer tiene una accesión que requiere obediencia, entendemos que la obediencia es elemental para agradar al Salvador. Ahí nos damos cuenta de lo mucho que hemos ofendido a nuestro Dios. Y nuestra fe la mostramos con el cambio que la obediencia a Dios genera en nuestras vidas.
Romanos 6:20: Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
1 Corintios 12:2: Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

Marcos 16:16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Resulta, pues, una de las mayores aberraciones doctrinales, desobedecer a Dios en esto, bautizando a los niños que, para nada necesitan el bautismo y que son santos.  Ellos, ni creen, ni necesitan creer; de ellos es el Reino de los cielos.
¿Por qué hacen esto, siendo la Palabra tan clara al respecto?
·      El primer motivo es porque no creen en Dios
·      El segundo, porque no confían en Él.
·      El tercero porque han hecho de la Iglesia del Señor algo que en nada se le parece.
·      El cuarto, porque es una forma de tenerles agarrados, al menos eso creen.
·      El quinto, porque haciéndoles creer a los padres que los niños pueden ir al infierno, si no están bautizados, los bautizarán corriendo. Pero tanto los aconsejadores como los padres, desobedecen a Dios y no tendrán excusa.
      ¿Y qué ocurre cuando una persona cree no haber realizado un bautismo según la voluntad de Dios? Esta persona puede bautizarse todas las veces que sea necesario, hasta que su bautismo sea correcto, según siempre, la Santa Palabra de Dios (que bendito y alabado sea por siempre), porque solo hay un bautismo; el descrito en las Santas Escrituras. No temáis y haced siempre lo que Dios ordena. Solo hay una Iglesia del Señor; la que le obedece. Si vosotros estáis en una iglesia que no obedece al Señor, salid de ella y el Señor os bendecirá y, es muy probable, que tengáis que volver a nacer, si consideráis que no era una iglesia obediente y participasteis en ella, pecando con ella. Que la Palabra de Dios esté siempre en vuestras manos. El Señor os bendecirá abriéndoos su corazón y llenándoos de Su Sabiduría.
1 Pedro 1:16:    porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
       Sí, obedeced a Dios y seréis santos. ¿Qué es un santo? No penséis que seréis puestos en los altares, como los santos que algunas iglesias erigen. Pensad si queréis ser santos que los altares son para Dios, Pensad que nadie es santo por sus obras, porque la santidad es de Dios; Él decidirá quién resulta aprobado. Por lo que Dios nos dice, nadie hay bueno, sino solo Él; el Padre. El examen se producirá el Día del Señor. Y será el Señor el que apruebe; nadie en la tierra tiene esa potestad.
2 Corintios 10:18: porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.
Mateo 7:22:      Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Ya sabéis la respuesta del Señor: “¡Apartaos de mí, porque no os conozco!


Mateo 10:28: Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Muchos llamados hijos de Dios o “cristianos” se dedicaron a sembrar la tierra de aflicción, haciendo que muchos se apartaran de Aquel al que decían servir. Puede que estos se hallen sepultados incluso en las mismas iglesias rodeado de todo tipo de abalorios, pero lo más seguro es que no los veáis en la gloria, si realmente no se arrepintieron.
La religión venía a ser la luz del mundo y la sal de la tierra, pero el mundo sigue en tinieblas y todo tiene un sabor desabrido. Aún así, los que permanecéis firmes tened paciencia y orad; Cristo volverá.

Que la paz del Señor sea con todos vosotros.