EL PESO DE LA CRUZ
Salvador Cortés Pedraza
Hace algunos días
se me vino a la cabeza una idea: ¿Por qué la cruz nos resulta tan pesada?
De pronto
comenzaron a acudir a mi mente diferentes razones que me hacían dudar. Las
preguntas iban pasando por mi mente vertiginosamente hasta que, al fin, el
Espíritu me dijo: La cruz es tan pesada, porque la sentimos ajena. La cruz es
de Cristo y, claro, Cristo tiene poder para cargar con ella, pero nosotros no.
De pronto, comencé a darme cuenta de lo que ocurría realmente. ¡Bendito sea
Dios! Me horrorizó la idea de que Jesús hubiera padecido como lo hizo. Nosotros
no más que recorrer un trocito del trayecto, ya comenzamos a aligerar el peso
de nuestra cruz. Muchas veces ni pedimos ayuda, sino que, comenzamos a soltar lastre,
hasta que, al final, la dejamos tirada en el borde de cualquier camino. Otros
llegan con una cruz tan pequeña que no dará la distancia que hemos de pasar
desde la vida a la a la vida verdadera; la vida eterna.
Lucas 9:23 Y Jesús decía a todos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Si alguno quiere venir en pos de mí…
Pareciera que esta
frase no nos quiere decir mucho, pero yo os digo, hermanos, que esta frase es
de las más importante de todas. Sí, amados hermanos, necio ha de ser aquella
persona, que hace algo, para servir a Dios sin deseos de hacerlo. El Señor
tenga misericordia de él. El que tal cosa haga debería temblar. Créanme, basta
conocer la majestad de Dios, para darnos cuenta de cómo se sentirá el Seños con
tales servidores.
Romanos 12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor;
3. Hebreos 6:12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que
por la fe y la paciencia heredan las promesas.
El problema con Dios va a ser grande, pero el de la persona que,
de tal manera procede, va a ser terrible, pues, un trabajo que no se desea
hacer, habiendo prometido hacerlo, es mucho más pesado que ningún otro.
…niéguese a sí mismo…
¿Qué es negarse a
sí mismo? Esto solo podemos hacerlo, si hemos aceptado a Cristo, como
Dios manda. La frase tiene lo suyo, porque muchos aceptan a Cristo sin saber
realmente el compromiso que está adquiriendo con nuestro Padre Dios. Muchos,
nada más aceptar a Cristo ya adquieren un estado de emoción tan grande que
comienzan a sentirse con múltiples dones espirituales, algunos de dudosa
veracidad, como, los dones de lenguas, sanaciones, etc. Con el tiempo,
todo eso de desvanece como niebla. El asunto es el siguiente: por lo general,
este tipo de “dones” van a parar a personas realmente disminuidas
psíquicamente, que necesitan, de alguna manera, ser el centro de atención entre
los demás. Luego suele ocurrir que su misma inestabilidad le lleva a ser una persona
inconstante o voluble (doble ánimo) causantes de muchos problemas en las
congregaciones. Estos por lo general, desean sentirse algo, cuando el llamado
es a no sentirse nada. La persona que ha de seguir a Cristo a de examinar muy
bien lo que desea, porque la mayoría de las cosas que los hombres deseamos, no
nos conviene. También si hemos de cumplir una misión, todos nuestros
deseos, son después de nuestra obligación. Así, es probable que algunas de las
cosas que no nos conviene, nos sean perdonadas. Por eso, lo primordial es
negarnos a nosotros mismos, es decir: primero lo de Dios y con alegría en
nuestro corazón; para que no trabajemos en balde.
…tome su cruz cada día…
¿De quién es la
cruz según las palabras de Jesús? La cruz es de cada uno de nosotros. No
es la cruz de Cristo ni por Cristo, es nuestra cruz y, la que hemos merecido
nosotros. Ahora Cristo nos ordena llevar nuestra cruz por los demás y por
nosotros mismos. Digamos que es nuestra penitencia. Hemos de segar lo que hemos
sembrado y dar cuenta al Amo de la viña. Pero si Cristo nos perdonó ¿por
qué la penitencia? No podemos olvidar que tomar la cruz no es tomarla de
soltarla cuando nos parezca. Esta cruz es para toda nuestra vida en la tierra,
para cada año, mes, día, hora, minuto y segundo.
…y sígame…
Es cuando hacemos todo lo
anterior, es cuando podemos decir que estamos siguiendo a Cristo y que
nuestra cruz no se nos hará tan pesada, Cristo nos ayuda a llevarla y porque es
nuestra.
Que la gracia del Señor
Jesucristo sea con todos vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario